Urk, la región holandesa donde nadie se vacuna porque confían mucho en Dios
Urk es una comuna ubicada en provincia de Flevoland, en Holanda; caracterizado por la pescadería y las fuertes creencias religiosas de sus pobladores. Tales creencias han hecho que ellos afirmen que no existe virus que les impida reunirse para adorar a Dios.
«No es que nos creamos mejores en Urk o que no queramos escuchar al Gobierno. Queremos obedecer, pero dentro de los mandamientos de Dios. Hacemos esto por la salvación de las almas de la gente. El contacto ha desaparecido, y no se tiene en cuenta el malestar psicológico del municipio», dijo Hessel Snoek, de la iglesia Sionkerk.
Cabe precisar que la mayoría del pueblo, profesa la fe cristiana de la rama calvinista, y ellos mismo han tomado la decisión de seguir congregándose, pues ni el alcalde se ha esforzado por intervenir en el asunto.
Mientras tanto Ferdinand Grapperhaus, ministro de Justicia, les envió un mensaje instándolos a guardar las normas de bioseguridad y así frenar el número de contagios.
«Pedimos a todos en Países Bajos, incluida la comunidad eclesiástica de Urk, que continúen haciendo un esfuerzo conjunto para combatir el virus», le pidió el político a la región y sus residentes.
La mayoría de los residentes reniega acerca de la vacunación contra el covid-19, porque aseguran que el virus no es más que una gripe y que son un pueblo «bendecido, protegido por Dios».
Las iglesias locales se llenan, pues el 95% de los 21.300 vecinos de Urk va a alguna congregación, ya sea por amor a la fe o tradición.
La realidad es que todos piensan lo mismo: Dios lo ha predestinado todo y la vacunación manipula el sistema inmunológico y el cuerpo y, por lo tanto, interviene en las acciones del Creador.